Las nuevas tecnologías son omnipresentes en nuestras vidas en la era digital en la que vivimos. Y han cambiado la forma en la que trabajamos, aprendemos, nos comunicamos y nos divertimos. Sin embargo, sigue surgiendo una pregunta: ¿estas tecnologías están afectando nuestra inteligencia o simplemente redirige nuestras habilidades en nuevas direcciones?
Adaptación a nuevas capacidades
Se debe reconocer que las nuevas tecnologías han abierto un mundo de posibilidades y habilidades que antes eran inimaginables. Algunas personas pueden afirmar que el ser humano se está volviendo “idiota” por depender en exceso de las tecnologías y por no estar desarrollando las habilidades tradicionales. Sin embargo, la verdadera ventaja está en ser capaz de adaptarse y crear nuevas habilidades basadas en las herramientas que están disponibles.
Así como los músculos se hipertrofian al utilizarlos intensamente o se atrofian cuando no se les utiliza, nuestras habilidades mentales funcionan de forma similar. Lo que sí es clave es aprovechar las nuevas tecnologías como ventajas sin dejar de lado las habilidades previas.
Un cambio de habilidades a lo largo de la historia
Cada desarrollo tecnológico a lo largo de la historia ha generado una transformación en las habilidades requeridas para tener éxito en la sociedad. En el pasado, la supervivencia dependía de las habilidades para la caza y el combate, pero hoy en día esas habilidades ya no son necesarias.
De la misma forma, las críticas a las nuevas generaciones por no valorar la memorización como se hacía antes, demuestra que hay un cambio en las necesidades educativas. Ya que hoy en día es crucial que se posea habilidades lógicas, poder rastrear, filtrar, manipular y relacionar información. Por lo tanto, no se trata de volverse “más idiotas” sino de poder adaptarse a las nuevas tecnologías y herramientas para utilizarlas de forma eficiente.
La influencia cultural y personal de las nuevas tecnologías
Es fundamental comprender que los avances tecnológicos por sí solos no explican la relación entre las nuevas tecnologías y nuestra inteligencia. Ya que la cultura y las diferentes características de cada persona desempeñan un papel importante en la forma cómo utilizamos y nos adaptamos a la tecnología.
Habrá personas que permitan que sus habilidades antiguas se atrofien sin desarrollar habilidades nuevas, en este caso habría una disminución en su capacidad intelectual. Mientras que aquellos que comprenden y aprovechan las oportunidades que se presentan con los avances tecnológicos podrán expandir su inteligencia de formas sorprendentes.
Al final, no hay una única explicación de cómo la tecnología puede afectar nuestra inteligencia. Si bien es cierto que ciertas capacidades pueden atrofiarse si no se desarrollan, no se puede afirmar que por eso las nuevas tecnologías sean enemigos de nuestra inteligencia. Es clave comprender que nuestras habilidades se redirigen y evolucionan a medida que nos adaptamos a las herramientas y recursos disponibles de la sociedad.
Lo más importante está en aprovechar las posibilidades que los avances tecnológicos nos brindan y así desarrollar las nuevas habilidades que sean requeridas, buscando un equilibrio entre habilidades nuevas y antiguas para maximizar nuestro potencial.
Una respuesta a «Las nuevas tecnologías: ¿Aliadas o enemigas de nuestra inteligencia?»
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