La comunicación no verbal es un componente crucial de nuestras interacciones. Y aunque a menudo no seamos tan conscientes de ello, nuestros gestos, postura y expresiones faciales pueden transmitir mucho más que nuestras palabras. En este artículo exploraremos cómo puedes utilizar tu expresión corporal para proyectar confianza, empatía y profesionalismo.
La importancia de la primera impresión
Los primeros segundos son claves en cualquier interacción, porque si bien, un libro no es sólo la portada, la primera impresión deja una huella en las personas sobre cómo te verán de ahora en adelante.
La postura juega un papel fundamental en la comunicación no verbal, ya que puede transmitir mucho más de lo que imaginamos. Mantener una postura erguida proyecta seguridad y confianza, mientras que una postura encorvada puede dar la impresión de inseguridad y permitir que la otra persona se sienta en una posición de superioridad. Además, es importante evitar cruzar los brazos, ya que esto puede interpretarse como una actitud cerrada o defensiva. En su lugar, relaja los brazos y adopta una postura con los hombros hacia atrás, lo que demuestra apertura y disposición para escuchar al interlocutor.
El espacio personal de la otra persona es algo que debes de respetar. Ten cuidado ya que dependiendo de la cultura, la otra persona puede estar acostumbrado a una distancia física mayor o menor a la que tú prefieres. Procura adaptarte a la persona y a su contexto.
Gestos y expresiones faciales de la comunicación no verbal
El contacto visual genera confianza y conexión con el interlocutor, sin embargo, evita mirar demasiado ya que puede parecer intenso e intimidante. Puedes practicar tus presentaciones o reuniones frente al espejo.
Los gestos y las expresiones faciales juegan un papel clave en demostrar tus emociones. Por ejemplo, sonreír puede mostrar amabilidad y accesibilidad, además de que es contagioso, si alguien te sonríe, es probable que te den ganas de devolverle la sonrisa. Procura utilizar gestos naturales y evita exagerar, ya que esto puede verse forzado y dar la sensación de que no deseas estar ahí, o que no crees en la idea que estás transmitiendo.
Puedes ayudarte de las manos para transmitir tus ideas, eso ayuda a dar dinamismo y naturalidad. Sin embargo también debes ser cuidadoso de no exagerar para no verte muy teatral.
Ser coherente entre lo verbal y lo no verbal es fundamental. Tanto la expresión facial, como tus movimientos deben tener coherencia con lo que estás diciendo. Por ejemplo, evitar sonreír o reír en el momento de discutir un tema serio, o afirmar una frase y con la cabeza hacer el movimiento de negación.
La comunicación no verbal es una herramienta poderosa que puede ayudarte a causar una impresión duradera y positiva. Te recomendamos practicar que seas consciente de tus gestos, postura y expresiones, y que siempre estén alineados con el mensaje que quieres transmitir.