En el mundo laboral es muy común que las personas lleguen al final de su jornada con algunas tareas pendientes en la lista. En parte, puede ser culpa de que haya un exceso de trabajo. Pero en ocasiones, puede tratarse de una mala organización que afecta al rendimiento y la productividad. ¿Alguna vez has sentido que te cuesta conseguir concentración o poner atención en lo que estás haciendo? Si tu respuesta es sí, en este artículo te enseñaremos algunos hábitos que aumentarán tu productividad y rendimiento en el trabajo.
Para que muchas de tus tareas y labores cotidianas sean productivas necesitas prestarles la atención adecuada. Esto significa enfocarte en ellas y aplicar tus habilidades eficientemente, lo que suele traducirse en hacer uso de la concentración.
Existen aplicaciones y herramientas de gestión del tiempo y de la actividad laboral que pueden ayudarnos a concentrarnos y a realizar las tareas dentro de los tiempos previstos. Pero también es importante adoptar una serie de hábitos que nos ayuden a evitar la dispersión, y que contribuyan a aumentar el rendimiento.
Hábitos que aumentarán tu productividad
Desarrolla conciencia de tus hábitos
Lo más importante para mejorar la concentración es tomar conciencia de tus hábitos. Si te quieres distraer menos prueba a ser consciente de lo que haces en tu día a día en cada momento y así podrás recuperar tu concentración más rápidamente. Si quieres dominar las distracciones de tu día a día haz una lista con las cosas que más te suelen distraer y tenlo en cuenta cada vez que notes que te has distraído. El primer paso para poder concentrarse mejor es simplemente percatarse de cuando te estas distrayendo.
Organizar la jornada
La organización es clave, por lo que empezar el día destinando diez minutos para ordenar la jornada es una acción muy eficaz. Se trata de planificar las tareas del día, revisando tema por tema y avanzar cuando se ha cerrado el anterior. En ello nos pueden ayudar las herramientas de planificación de funciones.
Revisar objetivos
Es importante revisar cada día los objetivos para confirmar si la planificación diseñada está alineada con ellos. Si no es el caso, podemos corregir el rumbo y trazar nuevas rutas para ser más eficaces.
Establecer prioridades
Para definir hábitos que aumentarán tu productividad hay que hacer una lista de temas importantes y de temas urgentes, y no dejarse llevar por el día a día. En cada jornada hay que resolver temas urgentes, pero también programar un tiempo de trabajo en tareas importantes. Si continuamente estamos apagando fuegos, nunca nos sacaremos el trabajo de encima. También hay que optar por las herramientas que fomentan la productividad y favorecen la consecución de objetivos.
Haz una cosa cada vez
Según estudios recientes la mente humana solo puede prestar atención como mucho a tres cosas a la vez y sobrepasar ese límite seria sobrecargarnos. Por eso en esta era de la información en la que vivimos es conveniente no sobrepasarse y concentrarse en solo una actividad cada vez resistiendo a las tentaciones para realizar otra actividad.
Planificar pausas
Hay que encontrar momentos para descansar, mantener la concentración y volver al trabajo con ganas y nuevas ideas. Podemos descansar quince minutos cada tres o cuatro horas, así como realizar pausas breves entre una tarea y otra. No confundir pausas las interrupciones como llamadas, alertas de mensajes, emails, conversaciones, etc., que secuestran nuestra atención por un tiempo.
Mantén tu mail bajo control
El correo electrónico es uno de los mayores enemigos del rendimiento y la productividad. Por eso, el mejor consejo es tenerlo cerrado y consultarlo dos o tres veces durante la jornada, para no perder más tiempo del necesario. Podemos desactivar las alertas de entrada, eliminar suscripciones que no interesen, configurarlo para no perder los correos importantes y desviar directamente los irrelevantes.
Esperamos que estos consejos hayan sido útiles y que los pangas en práctica. Si deseas saber más no dudes en contactarnos.